En éste post intentaré hacer un alegato a favor del Pino Halepensis; una variedad de pino olvidada y en algunos casos menospreciada por los aficionados.
Es una variedad que responde perfectamente a las técnicas de pinzado japonesas, yo personalmente lo trato igual que los tumbergis y reponden igual o mejor.
Existen cortezas en ésta variedad también muy buenas y espectaculares, es muy flexible a la hora del diseño; el único pero es que tiene las agujas un poco largas, pero no más que un tumbergi y que con un buen pinzado y selección así como un cultivo coherente se reduce bastante.
Yo lo comparo en todos los aspectos al pino densiflora japonés (akamatsu), en habitat (crece desde el nivel del mar), y en aspectos físicos como agujas y corteza. Creo que debemos ir a los mismos diseños que los japoneses con el densiflora, le van muy bien diseños elegantes y femeninos así como bunjin.
En resumen, mis experiencias con esta variedad son del todo gratificantes y para nada es un árbol despreciable para el bonsai.
Os enseño un remodelado de un pino que lleva algunos años conmigo, por motivos familiares que no vienen al caso a este pino sólo le había hecho el meriki este año, pero sin selección de brotes; ahora se ha juntado la selección de brotes y de agujas.
Aunque lo he alambrado ha sido levemente sin grandes torsiones, ya que todavia circula gran cantidad de savia y es fácil separar la corteza y el cambium con el consiguiente peligro para la vida de la rama.
Se ha podado una rama trasera que daba demasiado volumen a la copa y a mi entender no era necesaria, ya que teníamos otras para dar profundidad.
Las medidas son: alto 55 cm., ancho 70 cm., nebari 12 cm., tronco 7cm.